Aquí estoy en México! Crucé la frontera a Agua Prieta, en la noche del domingo con Víctor (que me casa con su esposa Reyna por unos pocos días). Por lo tanto, bucle son cuatro meses en Canadá y Estados Unidos. Un camino de más de 13.000 kilómetros, de los diferentes paisajes. Y sobre todo cientos de rostros. De reuniones agradables, emocionante y gratificante.
A partir de hoy, eso es otra historia que será escrita, otra parte de mi viaje: México y Centroamérica, hacia Colombia, donde llegaría a mediados de septiembre.
El otro día, más allá de una línea en el mapa, es sobre todo una frontera cultural que crucé. Otro mundo a entender, otras realidades, un contexto político y de seguridad muy diferente a las de Canadá o los Estados Unidos. Y más urgente: cambiar el idioma predeterminado en mi cerebro. ¡Tiempo para español!
